Más de un centenar de empresarios y profesionales del metal avanzan en prevención
Fremm, su asociación de Prevención (APREMETAL) y su Asociación Murciana de Prevencionistas (AMP) han impulsado la figura del coordinador de seguridad y salud en las obras como pieza fundamental para la prevención en las obras de construcción, donde participan un buen número de oficios relacionados con el metal.
Noemí Carrillo y Ramón L. Torres, presidentes de Apremetal y AMP, respectivamente, destacaron la apuesta clara por la prevención como única fórmula para proteger al principal capital de la empresa, que es el humano. Idea en la que también incidió Daniel Mazón, director del Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Murcia, durante la inauguración de la jornada ‘La coordinación de seguridad en obras de construcción y de actividades empresariales de mantenimiento’.
El profesor de Seguridad en las universidades Católica e Isabel I, Francisco José Martínez, fue el primero en abordar algunas de las cuestiones polémicas en torno al coordinador, aclarando donde se tiene la obligación de designar al haber una delgada línea divisoria entre el concepto de “obra” y “mantenimiento”. Detalló quien puede o debe ser coordinador, qué funciones debe desarrollar, cómo afecta que las obras se desarrollen en un centro de trabajo con actividad o qué responsabilidades asume el promotor, entre otras cuestiones, que pusieron en valor su figura.
José Antonio Sanz, jefe de la Unidad Especializada en Seguridad y Salud Laboral de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Murcia, dejó claro también ante más de un centenar de empresarios, técnicos y profesionales que acudieron a la cita en FREMM, que las obligaciones de coordinación en obras de construcción recaen en el promotor de las mismas. Coordinador que tiene instrumentos, como el libro de incidencias, para preservar la seguridad durante los trabajos, pero que, en ningún caso, es un vigilante de seguridad ni en gestor de la documentación preventiva. Sus funciones principales son garantizar el cumplimiento de la acción preventiva por parte de todas las empresas en obra; aprobar el plan de seguridad; velar por la utilización de métodos y procedimientos de trabajo seguros; favorecer el intercambio de información entre las empresas y los trabajadores autónomos en relación a los riesgos inherentes a su actividad y las medidas preventivas. Las sanciones pueden alcanzar un máximo de 819.780 euros.
Ramón Pérez, director del Servicio de Prevención de ETOSA, incidió en la importancia de la planificación previa como el adecuado vallado de la obra, la implantación de casetas, accesos a obra, señalización etc. Asimismo, mostró ejemplos de sistemas de protección colectiva e individual implantados en obras, con un enfoque sobre todo a la obra industrial.
De igual forma, José Antonio García Haro, director general de Creaciones Preventivas, explicó a los presentes soluciones prácticas de seguridad y la implantación de los necesarios sistemas de protección.